Según numerosos egiptólogos, hace
miles de años que Egipto albergaba todo tipo de conocimientos en el mayor esplendor
de la cultura egipcia gozada por una estabilidad y paz durante más de un siglo.
Periodo en el cual, el saber y la prosperidad inundaban al país africano de
estudiantes e inmigrantes de diversas procedencias para aprender y buscar
trabajo con el objetivo de retorno a sus orígenes y aportar esta sabiduría y el
sustento de sus familiares. Este es el caso del filósofo y matemático griego,
el famoso Pitágoras, “Teorema de Pitágoras: en todo triangulo rectángulo el cuadrado de
la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos” que
aprendió de los egipcios; al igual que otros autores relevantes reconocidos a nivel académico que aprendieron y estudiaron en los países africanos y de los
africanos.
Parece mentira que en Europa no se
sepa discernir entre los refugiados, inmigrantes y residentes por la situación bélica y desastrosa actual
que afecta a otros continentes, y que sus gobernantes no sean conscientes de lo que fue Europa y lo que puede llegar a ser en un periodo no muy lejano si nos fijamos en su estructura piramidal y su agotado sistema de bienestar.
Al igual que “las distintas eras” y sociedades civilizadas como la Sumeria,
Egipcia, Griega y Romana entre otras; cabe reflejar la incipiente repulsa de la Unión Europea a través de su egoísmo y rechazo hacia los otros cuando fueron acogidos por estos.
Para no extrapolar las distintas
situaciones de los inmigrantes y refugiados, me ceñiré exclusivamente en la
situación de los estudiantes africanos y ecuatoguineanos en concreto.
Se entiende que desde la aparición
del término globalización implicada también en el mundo laboral, se requiere al
menos una formación académica para obtener alguna posibilidad de empleo en
cualquier parte del mundo. Este binomio alta formación-empleo, resta las
posibilidades a los pocos formados y en general a los pobres (no mentales, sino carentes de oportunidades) sin apenas medios
ni posibilidades, condenados a ser dependientes durante generaciones por
carencia de oportunidades de los países de origen y de destino. Por una parte,
los sistemas represivos de gobiernos y estructuras sociales de los países de
origen dificultan la exploración de todo tipo de saber excepto el suyo propio;
sin embargo, los países de destino, a pesar de gozar de garantías y
posibilidades, están dificultando a los humildes alumnos africanos que se quieren desenvolver en sus territorios
a través de sus instituciones, creando y manteniendo así a un sistema de élite
jerárquica de dominio de los países de origen y una brecha entre ricos y pobres
sin apenas algunas alternativas de ciudadanos libres.
Siendo Occidente la nueva era
egipcia de los últimos dos siglos, los pocos afortunados que obtienen la suerte
de escalar hasta los colegios y universidades europeas por sus esfuerzos, están
siendo expulsados sistemáticamente por los distintos gobernantes europeos.
Como estudiante ecuatoguineano de
una prestigiosa universidad española “Universidad Pública de Valencia (Tarongers), España”,
denuncio la situación que padecemos los humildes estudiantes ecuatoguineanos en
España en cuanto a la renovación de nuestros documentos y la recepción de los
pocos ingresos económicos que nos envían nuestras pobres familias.
El hurto y expolio de los recursos y la población de Guinea ecuatorial al igual que el resto de los países africanos limitados en
muy pocas manos, han conseguido que la evasión fiscal de estos corruptos junto
con los de España lo paguen los estudiantes humildes a través de las medidas
impuestas por el gobierno español de limitar la cantidad de dinero que ha de
percibir cada estudiante al mes y justificarlo con facturas para el siguiente
cobro. Ni Western Unión, Moneygram, Banco Popular o Constar te dejan cobrar si
excedes o no la cantidad impuesta por ellos. Hoy te dicen una cosa y mañana
otra omitiendo la cantidad de facturas e impuestos a pagar de nuestros alquileres de pisos, luz, agua, matriculas, seguros, Internet etc.
Claro, una medida que ha hecho y
hace perder la residencia a muchos estudiantes por unos requisitos
impuestos en cuanto a la renovación de la documentación, cuyo principal
requisito son “los medios económicos”. Un círculo vicioso entre los medios
económicos-percepción de recursos de origen. ¿Cómo se entiende que te limiten
la cantidad a percibir y al mismo tiempo te pidan los medios económicos? ¿Cómo
justifica uno con qué cantidad de medios sobrevive? ¿Cuántos españoles o
europeos lo harían en este periodo de la crisis? ¿Cómo lo demuestras?
A diferencia
de ello, la gente con recursos o algunos becarios no tienen esta preocupación porque tienen las espaldas muy bien cubiertas y no les afecta de ningún modo, mientras que el humilde estudiante que lucha día tras día pese a las dificultades para
salir adelante y ser una persona de provecho en cualquier sociedad y sobre todo la
de origen, está siendo castigado por el sistema.
Es irónico hablar de una educación
universal en los textos de los Derechos Humanos, las distintas constituciones modernas y los grandes organismos internacionales, cuando en el fondo van asignados a un determinado grupo
minoritario elitista. Si los africanos tuviéramos las mismas oportunidades
en nuestros países de origen y pudiéramos competir con esta misma igualdad en
los mercados laborales y en otros ámbitos, no nos haría falta estar fuera de
casa.
El círculo vicioso de los medios
económicos como pilar de la renovación de NIE y la limitación de la cantidad de
recurso a percibir cada mes como estudiante no becario, es sinónimo de
expulsión y fracaso. Muchos compañeros han sido expulsados y deportados a mitad de sus
carreras por dicha situación, mientras se pregona aquí sobre la educación universal, poniendo trabas a una gran parte de
la población africana que aspira a resolver sus problemas y no depender de las
ONG ni limosnas de otros Estados.
ONDO ANGONO, PEDRO ONDO