sábado, 18 de abril de 2015

SUPLICIO EN EL CONTINENTE NEGRO Y FRANQUICIA EN EL SAHEL



¿Qué se puede hacer? ¿Qué se ha hecho?  ¿Qué perspectivas tenemos para el futuro? Nos preguntamos muchos africanos ante la impotencia de encontrar soluciones a nuestros problemas que casi son los mismos en todo el continente africano.
Las ocurrencias del pasado  como lo relata y de forma acertada desde mi punto de vista el académico nigeriano Ikelegbe  que describe el colonialismo como «el hacha que desarraigó la tradición africana, dejando a la población a la deriva, con escasas posibilidades de extraer experiencias del pasado» (Huband, 2001). Me hace entender la realidad de los sucesivos fracasos de los problemas africanos por la difícil gestión interna a falta de una originaria historia que nos ayude a entender la sucesión de acontecimientos.
Hablar del Sahel que proviene del  árabe “Sahil” significa “frontera o línea divisoria”,  limita las dos Áfricas; la negra por el sur con vegetación y la  blanca por el norte con la sabana a través del cinturón sur del desierto de Sahara. Por desgracia del continente africano,
esta zona marcada por el Terrorismo, el Tráfico, los rebeldes Tuareg y el asentamiento del fundamentalismo alimentan en esta franja los conflictos y la fragilidad de los países del entorno causando una amenaza directa que culminan en  guerras civiles, desestabilizad, atentados, secuestros, y hasta Estados fallidos como Somalia y la Libia actual; encaminados Mali y República Centroafricana.
El terror que se encuentra establecido en la franja del Sahel donde varias organizaciones terroristas se han adueñado de los territorios incontrolables por la fragilidad y flaqueza de los gobiernos, han hecho de ellos una franquicia de Al-Qaeda y el actual Estado Islámico como  campo de eclosión de los conflictos y laboratorio de atentados terroristas que proceden de Asia, Oriente medio y el resto del mundo para integrarse en  AQMI (Al-Qaeda en el Magreb Islámico), MUYAO (Movimiento por la Yihad en África Occidental), el grupo yihadista ANSAR DINE, AL-SHABAAB de Somalia, Movimiento de la Yihad Islámica Eritrea (MYIE) BOKO HARAM entre otros para adiestrarlos y esconderse.
Lo que me inspira  escribir este artículo es el miedo que me invade por dentro cuando intento mirar el futuro del continente teniendo en cuenta que ésta nueva etapa de terror fundamentalista viene a ser la cuarta etapa del suplicio del continente negro si hacemos mención a los tres anteriores (Esclavitud, Colonización, Golpes de Estado-Dictaduras actuales). Es evidente que muchos autores descartan estas posibilidades de fracaso de unos países frente a otros como Acemoglou y Robinson en su libro “POR QUÉ FRACASAN LOS PAISES”. Empero, la situación de los países africanos es sin duda peculiar por muchos motivos vigentes que nos alejan del resto; la nefasta descolonización, Estados jóvenes e inacabados, mezcla forzosa de culturas y territorios (hecho a drede), doble Ignorancia (propia de la cultura y la de las metrópolis), el opio del pueblo (religiones) etc., que, con mucha tecnología y globalización; no hacen más que ahogarnos en la inoperancia de lo poco que sabemos y abrazamos de lo ajeno  frente a lo nuestro, tal es el caso de la Macdonalizacion, tecnologías avanzadas, efecto llamada… y en detrimento de la luz, agua, comida, vivienda digna, hospitales dignos, escuelas… algunas de las trabas que otros continentes en parte superaron.
La ignorancia, la religión, el descontento social, mas las dictaduras africanas que carecen hasta nuestros días de una firme y clara ideología para ser exactos como la cubana, no hacen más que avivar este fundamentalismo cuando vemos que en otros continentes está siendo sofocada.
El ataque terrorista perpetrado en el territorio Keniano por el grupo terrorista Somalí Al-Sabaab donde unos 150 compañeros perdieron la vida, al igual que las mas de 200 niñas que siguen desaparecidas por obra de Boko Haram de Nigeria, es una clara demostración de fuerza de estos grupos yihadistas fuera o dentro del control de su dominio y la flaqueza de los gobiernos, que tienen como principal caldo de cultivo el descontento social junto con otros factores arriba mencionados.
Pero, ¿cómo entendemos o explicamos que unos compañeros universitarios y un profesor sean capaces de exterminar a otros alumnos por fe religiosa? ¿Cómo se explica que un joven estudiante europeo abandone sus estudios,  familia y país para formar parte de una organización terrorista? ¿Qué es lo que les incentiva?
Desde mi visión no tiene sentido. Mencionar el reciente suceso de Kenya como  ejemplo puede tener dos explicaciones a mi entender aunque los medios digan lo contrario.
Primero; Kenia al ser unos de los Estados estables de la zona del cuerno de África que alberga la mayor parte de los refugiados de los países vecinos, se ha comprometido en  luchar contra el fundamentalismo, salafismo y el terrorismo de los grupos yihadistas. También  mantienen un firme apoyo al grupo moderado GFT  (Grupo Federal de Transición que conforma el gobierno actual de Somalia apoyado y establecido por la Unión Africana, Unión Europea, la ONU  y los EE.UU.).
Segundo; desde antaño, Garissa, Wajir y Mandera de Kenia al igual que la parte Este de Etiopía Ogaden siempre han estado en disputa con Somalia por reclamar estas porciones de tierra como suyas  cuya parte de la población habitan ciertas tribus somalíes y pertenecen al Pansomalinismo que llega hasta Eritrea y Yibuti.
A partir de esta realidad vemos que existe una gran posibilidad de actuación de los grupos terroristas a través del tribalismo, cosa que caracteriza al pueblo somalí frente a las naciones y Estados. Esta  parte del territorio  Keniata en que habitan  los miembros de las mismas tribus Somalo-Keniata, pese a que pertenezcan jurídicamente a  Estado Keniano, se siente somalíes por su tribu.
Sin embargo, la ocupación estratégica actual que controlan estos grupos terroristas en el Sahel, Océano índico por las piratería y su penetración por el centro de África por Boko Haram y el control del Golfo de Guinea, que, también en los últimos años ha sido pirateadas en la mar y atacados países vecinos, no es una casualidad sino una argucia de entre otras que estamos sumidos al caos y fracaso.
Para paliar esta situación, los gobiernos africanos están condenados quieran o no a reestructurar, moderar y democratizar sus países para que el impacto no sea enorme y que no dejen a estos grupos asentarse en la población juvenil, ya que el descontento es enorme, la impunidad, corrupción, miseria, la estupidez están acompañando cada vez más a la parte más joven de todas las sociedades africanas  a  través de la radicalidad de la religión como vía de salvación.


ONDO ANGONO, PEDRO ONDO